Como todas las mañanas, Maamun Al-Wadi abre la puerta de su tienda. Es un diminuto contenedor blanco. A su lado, otro contenedor idéntico. Y luego otro y otro. El horizonte está formado por miles de contenedores absolutamente iguales. Estamos en uno de los campos de refugiados más grandes del mundo, Zaatari, en Jordania. En su tienda se reparan móviles. Maamun comienza a atender a sus clientes. El contenido de sus tarjetas de memoria contiene su pasado en Siria: la felicidad, la rutina, la vida familiar. Y luego la guerra, la destrucción, el miedo, la huida. Maamun reconstruye imágenes y sonidos, recupera contenidos, carga baterías, restaura la única conexión que sus vecinos tienen ahora con Siria.
Junto con su amigo Karim Rajab decide ofrecer un servicio adicional, el de imprimir en papel las imágenes que saturan los móviles de los habitantes de Zaatari. A través de su rutina, de las conversaciones con amigos y vecinos, del día a día de su diminuta tienda, descubrimos que nadie quiere imprimir la guerra, que la identidad de un refugiado está mucho más allá. Quieren verse, quieren recordarse, quieren subrayar su identidad siria, su identidad como personas.
Las fotografías que cada día se imprimen en la tienda de Maamun nos cuestionan no solo la identidad de las personas refugiadas, sino también la nuestra. ¿Quiénes somos? ¿Por qué estamos aquí? ¿Dónde nacimos, dónde vamos al morir?
Representantes de la película, entablarán coloquio con los asistentes al finalizar la proyección.