La cinta nos describe las fechorías de un ladrón de bancos americano (Stephen Boyd) que harto de semejante vida se refugia en la soledad de una playa mediterránea, donde completa su felicidad una norteamericana que también reside allí (Yvette Mimieux). Pero sus antiguos compinches le sacan de allí para que atraque la sucursal que el Banco de España tiene en Pamplona.
Una de las películas filmadas por un equipo de producción extranjero que más metraje filmado en la capital navarra contiene. La película fue rodada aprovechando las fiestas de San Fermín de 1966.