En el cine y en el diseño gráfico los caminos transcurren en paralelo. Uno se alimenta de los avances del otro desde sus inicios. La potencia visual de la imagen en movimiento busca impactar en el espectador desde la misma escena de apertura que sirve de fondo al despliegue de los títulos de crédito. Estos, a veces, llegan a ser un resumen de la narración fílmica que se va a desarrollar. Los títulos de crédito que abren las películas han sido una información que, muchas veces, ha consistido en poco más que destacar los intérpretes protagonistas y la acreditación de los responsables de apartados de importancia como: guion, producción, dirección, montaje, fotografía, música, etc. En ocasiones, los títulos de crédito han sido objeto de un exquisito diseño y constituyen, en el mejor de los casos, pequeñas obras de arte.