En La Cabaña, en aquella época, éramos tres los protagonistas: el fusilado, el que mataba y yo –payaso de Dios-, que trataba de ofrecer lo que no tenía.
La Cabaña era el Fuerte de La Habana; época: los primeros cinco meses de 1959, es decir, los primeros pasos de la revolución cubana; los fusilados: los militares y policías del régimen de Batista; los que disparaban: los luchadores que habían bajado de Sierra Maestra; el payaso de Dios, que trataba de transmitir su fe ya desgastada: Javier Arzuaga (Oñati, 1929), fraile franciscano.
Por allí se movían personajes bien conocidos como el Che Guevara, que era entonces comandante de La Cabaña.
Después de haber guardado para si durante más de cuarenta años las vivencias que le turbaban su interior, de pronto, Arzuaga las volcó al papel; de ahí deriva su libro, 'A la medianoche' y este documental que nos presenta Angel Katarain.
A la medianoche, por encima de todo, es un testimonio de primera mano para un episodio oscuro de la historia. En cualquier caso, el vasco no se ciñe al caso cubano; su obra va más allá. Basándose en los fusilamientos de La Cabaña, universaliza la cuestión de la pena de muerte; no desde la doctrina, sino desde el dolor y la compasión que jamás se le borrarán.
Presenta. Ángel Katarain