El director de un crematorio, claramente trastornado, tiene la creencia de que la incineración purifica y alivia el sufrimiento terrenal. Con un poco de ayuda de las autoridades, decide asesinar a aquellos individuos que merecen el descanso eterno.
Juraj Herz (1934 – 2018) es conocido sobre todo por su trabajo en el cine de terror, género poco transitado por el resto de directores checoslovacos durante el periodo comunista. Herz saltó a la fama con El incinerador de cadáveres (1968), basada en una novela de Ladislav Fuks. En 1972, ganó el premio a la Mejor película, actor y fotografía en el Festival de Cine de Sitges. Fue prohibida por los censores comunistas tras su estreno, por lo que no volvió a verse en Checoslovaquia hasta después de la Revolución de Terciopelo de 1989. Sin embargo, alcanzó una amplia aclamación internacional y un estatus de culto.
Presenta Manu Zapata