Bullitt (EEUU, 1968)

Frank Bullit es teniente de la policía de San Francisco. Un ambicioso político le encarga que proteja a un testigo protegido al que persigue el Sindicato del Crimen de Chicago. A pesar de que Bullit toma todas las precauciones posibles, no puede evitar que sea asesinado. A partir de ese momento, se empeñará en investigar minuciosamente el caso, que es bastante más complejo de lo que parecía a primera vista.

El éxito cosechado por El gran robo (Robbery, 1967) abrió las puertas de Hollywood al cineasta británico Peter Yates, quien aprovechó la ocasión para filmar Bullitt, una de las películas más emblemáticas de la década de los 60, que marcó profundamente el género policíaco de su época gracias, entre otras cosas, a sus espectaculares persecuciones automovilísticas. Ambientada en una San Francisco retratada de manera magistral por la cámara del cineasta británico, la película queda claramente definida por la partitura de Lalo Schiffrin y la presencia de Steve McQueen. Lo demás, dirá Quentin Tarantino elogiando la película, no importa nada.