Largometraje documental.
En un contexto de seguridad impulsado por el miedo al riesgo, dos mecanismos para el encuentro con víctimas y perpetradores en diferentes prisiones ofrecen una forma complementaria de justicia basada en la reparación de los vínculos y el tejido social. Más centrada en el acto cometido que en las necesidades de los implicados, la justicia penal presenta ciertas limitaciones. La película explora la difícil conexión entre las víctimas que intentan reconstruir sus vidas y los perpetradores, dispuestos a asumir su responsabilidad. La justicia restaurativa anima a las partes a gestionar sus conflictos por sí mismas, ayudándolas a liberarse de su condición. Una película íntima y emotiva en la que las barreras entre la realidad y la ficción se desvanecen.
Presentación y coloquio con Raúl Manzano