En la ciudad de Clermont-Ferrand, pocos días antes de Navidad, Jean-Louis (Jean-Louis Trintignant) un joven ingeniero y devoto católico que acaba de regresar del extranjero, se fija durante una misa en una mujer rubia, y decide en ese momento que se convertirá en su mujer. Se encuentra luego por casualidad a Vidal, (Antoine Vitez) un viejo amigo comunista, que le invita a una cena de Nochebuena en casa de una amiga suya divorciada, Maud (Françoise Fabian). La noche transcurre entre largas conversaciones acerca del matrimonio, la moral, la religión, Pascal. Primero entre los tres, y luego entre Jean-Louis y Maud, uniendo a partes iguales sinceridad y seducción, pero al final de la noche no se habrá superado la barrera platónica.
Curiosa película, donde se presenta la dialéctica entre un católico convencido que no sintoniza con el filósofo cristiano Blaise Pascal (Francia, 1623-1662) y un marxista ateo simpatizante de las teorías y aforismos del citado pensador. Por supuesto, como suele pasar entre los seres humanos, una cosa es el verbo, lo que hablamos, y otra bien distinta lo que actuamos, la praxis. En un momento dado emerge de toda la constante filosófico-teológica de este filme, la siguiente frase para discernir: «Seducir chicas no le aleja a uno de Dios más que las matemáticas.»
Festival de Cannes: candidata a la Palma de Oro (mejor película); Candidata al Oscar a Mejor película de habla no inglesa y al Mejor guión; Círculo de críticos de Nueva York: Mejor guión.