Un matrimonio y sus tres hijos jóvenes adultos, un hijo y dos hijas, viven en un complejo grande con un jardín y una piscina. La propiedad está rodeada por una alta valla, evitando que los niños nunca estén ni vean hacia el otro lado de ella; sus padres los han mantenido desconectados del mundo exterior, incluso de la existencia de objetos cotidianos como el teléfono. Se les enseña diferentes significados para dichos objetos; por ejemplo, se les dice que un "zombie" es "una pequeña flor amarilla" y que "el mar" es un sillón. Aunque a los niños se les dice que tienen un hermano justo al otro lado de la valla, éste nunca aparece. Los padres prometen que cada niño estará listo para salir fuera del complejo una vez que hayan perdido un colmillo (el canino). El único no miembro de la familia que entra en la casa es Christina, una joven que trabaja como guardia de seguridad en la fábrica del padre.
La originalidad temática así como la puesta en escena de este filme fueron recompensadas por varios festivales y la crítica en su mayor parte. No obstante, la polémica acompaña a esta cinta, que tiene cierta dosis de provocación y de agitación moral. La inclusión en este ciclo sirve para mostrar otras maneras de enfrentarse al universo narrativo del cine en Grecia, con el ejemplo de este cineasta iconoclasta. Obtuvo entre otros varios premios de la Academia del cine griego (mejor película, director y guion incluidos), el reconocimiento de Cannes (Una cierta mirada y el Premio de la Juventud).