Crónica despiadada de la degradación de una pareja. A partir de los avatares amorosos de Jean (Jean Yanne), un cineasta colérico y violento, y Catherine (Marlène Jobert), amante infantil y neurótica, Pialat traza el retrato implacable de una historia de amor que se resiste a su disolución. De manera fragmentaria y crispada, Pialat pone en escena los vaivenes emocionales de los protagonistas –grotescos e imprevisibles-, su fragilidad emocional, sus arrebatos de odio y violencia, sus precarias y efímeras reconciliaciones, y sus promesas incumplidas.
Pialat nos retrata paulatinamente el desgaste de una relación de pareja, de la imposibilidad de que esa forma de vida se pueda eternizar. Personajes fascinantes en el sentido de los matices: Jean, el personaje fuerte durante la mayor parte de la película (premio al Mejor actor en el Festival de cine de Cannes por este trabajo), se convertirá en el caracter vulnerable y desprotegido, mientras Catherine, que había sido la niña dependiente, es quien se torna en la fortaleza del binomio sentimental.