Georgia, 1861. En la elegante mansión sureña de Tara, vive Scarlett O'Hara (Vivien Leigh), la joven más bella, caprichosa y egoísta de la región. Ella suspira por el amor de Ashley (Leslie Howard), pero él está prometido con su prima, la dulce y bondadosa Melanie (Olivia de Havilland). En la última fiesta antes del estallido de la Guerra de Secesión (1861-1865), Scarlett conoce al cínico y apuesto Rhett Butler (Clark Gable), un vividor arrogante y aventurero, que sólo piensa en sí mismo y que no tiene ninguna intención de participar en la contienda. Lo único que él desea es hacerse rico y conquistar el corazón de la hermosa Scarlett.
Lo que el viento se llevó llegó a rodarse con cinco directores distintos: B. Reeves Eason, Sam Wood, George Cukor, W. C. Menzies y Victor Fleming, esto sin contar la escenas rodadas con directores de segunda unidad, que fueron unas cuantas debido a los avatares del rodaje. Se cuenta que el director que debía haberla realizado es George Cukor, quien apoyó la elección de Vivien Leigh, pero Clark Gable exigió su sustitución, según rumores porque Cukor (reconocido homosexual) conocía detalles del pasado de Gable y éste se sentía incómodo a su lado. Cuando Vivien recogió su Oscar por esta película, cuentan que fue vista llorando en un cuarto de baño porque lamentaba que George Cukor no pudiese compartir con ella ese momento.
Es la película de los records (espectadores totales, 10 Oscar, larguísima duración, etcétera). Es en definitiva, la película que hay que ver al menos una vez en la vida. Ahora es una buena ocasión, cuando se cumplen 75 años de su estreno y sigue siendo un hermoso filme.