La dama guerrera. La leyenda de Ana de Velasco

En la Navarra del S.XVI, en pleno avance de la conquista castellana, una marquesa obstinada que no quiere rendirse es el centro de este relato histórico en tono de comedia, fiel a los hechos e infiel a las formas a partes iguales. Una producción en la línea de la mítica La princesa prometida, -que este año celebra su 25 aniversario- con su castillo, su villano, su señora -que no es precisamente una damisela en apuros- y su juglar, que ni es solamente juglar, ni sus versos riman siempre.

Corre el siglo XVI. Las tropas castellanas, con el temido Coronel Villalba al frente, avanzan por la llanura navarra. Por orden del Cardenal Cisneros, temeroso del poder de los nobles locales, se están arrasando todas las fortificaciones de Navarra en nombre de la Corona de Castilla. En el Castillo de Marcilla, la marquesa se prepara para lo peor cuando llegan los mensajeros de Villalba. Estos le traen un mensaje claro: el pueblo debe rendirse, y el castillo caerá. Pero la obstinada marquesa no está dispuesta a dar su brazo a torcer. Se inicia entonces un pulso entre los dos que, como fieros leones, mantienen su posición inquebrantable, pero, ¿quién será el cazador y quién la presa?
Un gran banquete en el castillo será el escenario del desenlace, un final lleno de acción, color e ingenio, donde nadie es lo que parece, y nada sale según lo previsto.