Un público heterogéneo toma asiento en el circo, impaciente por que empiece el espectáculo. "Monsieur Loyal" da la bienvenida a todos. Acróbatas, payasos y cantantes salen para entretener al público. Sin embargo, el espectáculo acaba demasiado pronto, y dos niños pequeños se dedican a explorar detrás del escenario.
El circo estable de Estocolmo es la pista en la que Jacques Tati despliega su maleta de sorpresas, enseñándonos un circo diferente. Ante un público joven y mayoritariamente hippie, construye un homenaje al circo utilizando, sutilmente, todas sus herramientas creativas. Una de ellas es la utilización que hace del público a lo largo del programa. Tati les hace protagonistas de la película y les invita a participar en numerosas ocasiones, construyendo gags en los que el público conduce la acción. Además utiliza siluetas, a modo de recortable, a tamaño real, de personas entre el público, creando un ambiente único y estéticamente muy interesante.