Con destino a la Luna

El 16 de julio de 1969 despegaba de la base de cabo Kennedy (Florida, EEUU) la nave tripulada Apolo 11. Su destino: la luna. Cinco días más tarde, el 21 de julio, alunizaba el módulo Eagle en la superficie lunar, y poco después descendía el primer hombre que pisaba el satélite terrestre daba un pequeño paso para él, “pero un gran paso para la Humanidad”. ¿Qué ha quedado de aquella aventura que prometía una sucesión de viajes al espacio, la colonización de la luna, y la conquista del universo?...

    Con motivo del 50 aniversario de aquella odisea, un viaje que ya habían pronosticado con imaginación H. G. Wells, y con bastante base científica Julio Verne, la Filmoteca de Navarra/Nafarroako Filmoteka recuerda la aportación que el cine hizo a ese sueño humano, comenzando con el recuerdo de una película realizada mucho antes de aquel viaje espacial (La mujer en la Luna), en la que, además, era una astronauta la protagonista de este alunizaje. La proyección del filme silente dirigido por Fritz Lang en 1926, se proyectará con acompañamiento de piano en directo.

   La siguiente aportación a este pequeño ciclo, que proseguirá en las noches de julio del RoofTop Cinema, enlaza la aportación del cine silente a su visión de la Luna, con la más reciente tecnología que permite acercarnos al satélite terrestre en alta definición. Un programa doble que comienza con las primeras imágenes en movimiento de la Luna que vieron nuestros antepasados, y que prosigue con secuencias reales de la luna, tanto en su actualidad, como en los momentos de las primeras aproximaciones a su superficie.   

   La tercera sesión de esta propuesta muestra en modo documental la opinión de muchas personas que nunca creyeron que realmente un cohete lanzado desde la Tierra hubiera alcanzado con sus tripulantes la superficie lunar. Lo vimos todo en la pequeña pantalla, pero también vemos en ella muchas cosas que parecen reales y son fruto de montajes y trucos. Operación Avalancha nos explica cómo pudo haber sucedido ese engaño. 

   El 24 de julio, los tres astronautas del Apolo 11 lograron un perfecto amerizaje en aguas del Océano Pacífico, poniendo fin a la misión.